7.1.11

Parashá Bo (venga ante)


Esta semana estudiamos las tres plagas finales de las "Eser Macot" (Diez plagas) que culminaron en la liberación de Israel de la esclavitud egipcia. Se llama la parashá Bo (venga ante) y recibe su nombre del primer versículo que lee: "VaYomer Adoshem el Mosheh Bo el Faro ki ani hijadti et libo/D'os decía: Venga ante el faraón porque he endurecido (y lo he hecho vano) su corazón..." Van a encontrar esta parashá en el Libro de Éxodo 10-113:16.

Esta sección semanal trata de las tres plagas finales, funcionan como el "coup de gras" (el golpe final) y acaban con la exigencia que Israel salga de Egipto. Esta semana leemos de las plagas de langostas (saltamontes) de la obscuridad y por fin de la matanza de los primogénitos.

En cierta manera las tres tienen que ver con la obscuridad. La palabra hebrea para esta obscuridad es Joshekh que significa la obscuridad física y espiritual. La Joshekh es más que meramente no ver con los ojos, es también la obscuridad que no nos permite ver con el corazón. Es más que meramente la falta de la luz, más bien es el acto de desviar la mirada del dolor ajeno, la falta de respecto que demostramos uno al otro, y acto de privar al otro de su libertad. Joshekh es la obscuridad que cayó sobre Europa durante los días de la Inquisición española y portuguesa y otra vez durante el holocausto. Joshek es el acto de evitar intencionalmente el sufrimiento del otro, la elección de no ver lo malo, de no oír hablar de lo malo y de no reaccionar contra lo malo.

Por eso tal vez el texto nos diga que las langostas eran tan densas que cubrían la face de la tierra, la obscuridad era tan grande que nadie podía ver a su prójimo y la muerte de los primogénitos representaba la obscuridad que colgaba sobre la tierra de Egipto. Puede ser que esto es lo que el texto nos dice cuando en Exodo 10:23 se lee: "Lo ra'u ish et ahiv. V'lo kamu ish mitachtav shloshet yamim/por tres días nadie podía levantarse o salir de su lugar." La joshekh literalmente había esclavizado a los que habían esclavizado a los otros. Los que se han devorado por la obscuridad espiritual y emocional eran los que fueron impedidos y cegados por el joshekh. Los que no permitieron al otro viajar libremente ahora fueron incapaces de moverse libremente. Estas tres plagas, basadas en el tema de joshekh simbolizan los seres humanos decidiendo a apagar su conciencia del sufrimiento ajeno, la cerradura de sus relaciones interpersonales y el deseo de mantener en vigor un status quo inmoral.

La traducción española para "hajbadat lev faro" es "el acto de endurecer el corazón del faraón." No obstante, el hebreo es mucho más rico. Hajbid et ha'lev infiere un sentido de orgullo falso, un deseo de no ver la realidad claramente, de elegir vivir en un estado de joshekh. ¿Cuantas veces estamos tan vanos que estamos dispuesto de endurecer el corazón y vivir en la obscuridad en vez de permitir la luz de la verdad entrar en nuestra realidad? ¿Cuántas veces somos ciegos a nuestros propios errores o estamos esclavizados a una idea que ya no es válida?

La parashá para esta semana trata de las elecciones que hacemos en la vida, de vivir en el ámbito de la joshekh, de la obscuridad, de la ignorancia y de la decadencia moral o de estar expuesto a (la luz) de la esperanza, de la libertad y de principios nuevos. D'os nos da el derecho de escoger, la decisión de como elegimos es nuestra. ¿Cómo van a escoger: la obscuridad o la luz?

SHABAT SHALOM