30.7.10

Parasha Ekev

Se llama la parashá para esta semana Ekev. La van a encontrar en el libro de Deuteronmio 7:12-11:25.
La sección trata de un gran número de temas, algunos de los cuales son: la necesidad de obdecer a D'os para que se viva una buena vida, un aviso contra la busqueda de la prosperidad solamente por la prosperidad, la necesidad de vigilarse contra el egocentricidad, el papel de Moisés y al entrare en la tierra de Israel la necesidad de juntar las visiones del ciudano con la de la nación.

Se empieza la sección con una palabra extraña, equev. La traducción tradicional de ésta es porque pero la traducción literal es talon o el mandato que se da a un perro cuando quiere que ande al lado de los talones de su amo. Por qué se usa la palabra equev? ¿Hablamos de un asunto de control o hay un misterio en su uso?

Quizás el texto nos enseña que la felicidad nos llega no solamente de la independencia personal sino de la interdependencia personal. ¿Nos enseña que tenemos que ser cuidadoso para no tomar nada por dado? Al leer la parashá nos damos cuenta de que Moisés siempre enseñaba al pueblo que toda la vida tiene algo que enseñarnos, que hay música en los movimientos de los arboles y en las olas del mar, y que las relaciones que tenemos con nuestros queridos también produce una sinfonia de emociones.

Tal vez equev también nos enseña que nos equivocamos cuando escogemos negar a comprender que lo que no sea importante a una persona, puede ser importante al otro, que muchas veces lo que comienza a ser un problema pequeño se hace en un problema grande.

Esta parashá entonces nos enseña a prestar atención al diario, a lo ordinario, a lo que parece carecer de importancia.
Nos dice que si solamente vivimos en el carril rápido es posible que dejemos de ver lo bello de la vida y sus bendiciones.
¿Nos advierte la Torá contra preocuparnos tanto en la busqueda de la belleza exterior que perdemos la belleza interior?
¿Cuantas veces somos ciegos a las bellezas cotidianas de la vida y nunca las vemos?

Shabat Shalom