31.10.08

Parasha Noaj

Esta semana nos dirigimos a la segunda parashá del Libro de Génesis: Parashat Noaj (Noé en español). Vds. pueden encontrarla en Génesis: 5:9-11:22. Esta segunda parashá está construida alrededor de la historia de Noaj, del gran diluvio y la recreación del ser humano en un mundo pos-diluvio.

Podemos leer la parashá para esta semana en varios niveles. Una manera de verla es leerla como una antitesis complementaria a la anterior, Parashat Breshit. la anterior empezó en una nota positiva y de optimismo. D'os transformó el caos en el acto de creación. La corriente trata del lado opuesto, ahora aprendemos cómo los seres humanos mal usaron el regalo de la creación y por medio de la violencia y el egoísmo volvieron a un estado de caos. Por ejemplo, notamos que en la primera D'os creó el mundo por la separación de las aguas, y ahora en esta parashá vemos que D'os esperaba destruir la violencia por medio de la reunificación de las aguas, es decir el diluvio.

Los protagonistas de las dos secciones semanales son opuestos. Aunque Ada (y Eva) y Noé son administradores de la Tierra, hay una gran diferencia entre los dos. Adán y Eva serán expulsados del Jardín de Edén por haber desobedecido al mandato divino. En cambio, Noé, será salvado de la destrucción precisamente porque obedece los mandatos divinos.

El texto también hace hincapié en la relación de simetría antitética por el uso de los animales. Adán gozó del privilegio de dar un nombre a cada animal, y Noé los aseguró su supervivencia del diluvio por haberlos recogido y llevado a la arca. Por último, vemos los paralelos por la antítesis en el uso del tiempo. Génesis trata del regalo del tiempo. La creación ocurrió en 6 días más el sábado y en la misma manera el diluvio, que destruyo el primer acto de la creación, tendría lugar después de una espera de siete días.

¿Qué nos enseñan estas secciones complementarias? Una lección sea que la creación es un acto de D'ós y que cuando la humanidad olvida que no es D'ós, sino Su servidor poniendo la ley en sus manos, entonces creamos nuestra propia destrucción. En un nivel aún más profundo, estos dos textos leídos juntos nos enseñan que la avaricia y el la corrupción nos dirigirán a la destrucción. ¿No es el diluvio de malas noticias económicas un ejemplo de esta auto destrucción?

Lo que da tanto poder a estas dos secciones antitéticas es que la primera parashá de Génesis abre con la esperanza y termina con un sentido de tragedia. La segunda, en cambio, comienza con la desesperanza y termina con la esperanza de un nuevo comienzo. Las dos nos enseñan que para nosotros decidir si la humanidad es la corona de la creación o no. ¿Actuaremos hacia el mundo y hacia nuestros prójimos con responsabilidad moral y con la bondad? Es nuestro derecho escoger la vida o la muerte, ¿Qué escogerá nuestra generación?

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B'shalom u-vrachah,

In peace and blessings,

Rabbi Peter Tarlow