Parasha Tetzaveh
La parashá para esta semana es una de las más difíciles para penetrar. Llamada Tetzaveh (signifado: Vd. mandará/ordenará) van a encontrarla en el Libro de Éxodo, 27:20-30:10. La parashá continua de donde se dejó (paró) la de la semana pasada, con la construcción del Mishkán (un santuario portátil que acompañaba a los israelitas por sus viajes desde el Monte Sinaí hasta la tierra de Israel). La de esta semana se abre con información sobre el Ner Tamid (la llama/luz eterna) y después enfoca en los sacerdotes (cohanim) y su ropa oficial. Esta sección contiene tantos detalles que es comprensible porque el lector moderno cuestione su aplicabilidad y pertinencia. Acaba por darnos pormenores específicos sobre el periodo de siete días de sacrificios y rituales requeridos por los sacerdotes para consagrarse y por fin del altar (bimá) dorado sobre el cual habían de ofrecer incienso como parte de la ceremonia. En el calendario, la parashá para esta semana también está cerca de la fiesta más alegre del año judío, es decir: Purim. La yuxtaposición entre los muchos detalles de Tetzaveh y el sentido de la alegría de vida de Purim presenta al lector moderno con muchos desafíos. La parashá y la fiesta de Purim no nos parecen tener nada que ver una con la otra, de hecho parecen ser opuestos completos. Si, sin embargo, estudiamos el significado más profundo de las dos y las leen de una punto de vista más abstracto, nos fijaremos en que los temas de la luz y la obscuridad, las apariencias exteriores y las profundidades interiores dominan las dos. Purim y la parashá actual ponen mucha énfasis en la ropa exterior de una persona y nos enseñan el impacto de la ropa que usamos. Purim nos recuerda de la superficialidad de la ropa cuando sirve solamente para realizar la belleza exterior y esconde la superficialidad interior de un ser humano. Por eso usamo disfraces y fingimos ser lo que no somos. Tetzaveh, en cambio, nos hace lo contrario. Nos enseña que la ropa puede servirnos de un símbolo de las relaciones y puede estar usado para distinguirnos de los otros mamíferos. En esta parashá la ropa sirve para recordarnos de lo que somos y de nuestra potencial. Tal vez por eso, encontramos la importancia de la ropa por toda la Biblia Hebrea. Por ejemplo, Jacobo se escondió con las pieles de oveja. Más tarde en la vida de Jacobo le dio una capa especial para servir como símbolo que José era su hijo predilecto y provocó tantos celos de la parte de sus hermanos que lo echaron en un hoyo grande. El Libro de I Samuel (Shmuel Alef) nos da otros ejemplos del uso de la ropa simbólica. Por ejemplo, el hijo del rey Saul, Juan (Yonatan) dio su capa real a David simbolizando quien estaba destinado a ser el próximo rey. En otro punto en el libro, Tamar estaba violada y rompe su ropa de virgen para demostrar la relación damnificada. En la historia de Purim se ve a Ester como la mujer más bella y como un a insinuación (regreso) al Libro de I Samuel Moredcai recibe la capa real como un acto de presagiar de los sucesos futuros. Aunque se clasifica Purim como una fiesta de alegría y de buena diversión (es la única fiesta en que es una mitzvá emborracharse) también tiene sus aspectos serios. Purim nos recuerda de la obscuridad que cae sobre una sociedad sumergida en el odio de prejuicio. Purim nos enseña que una persona vestida en celos y envidia no solamente sembra las semitas del odio, pero cómo la envidia se transforma en el prejuicio que por fin resulta en las tragedias. La fiesta de Purim y la parashá actual nos enseñan que cuando las emociones se anteponen a la lógica, cuando los celos oscurecen nuestro sentido de lo justo y de lo correcto, entonces nuestra lógica se transforma en un servidor de lo malo en vez de lo bueno. Las dos, la fiesta y la parashá, nos enseñan que la belleza superficial sin la profundidad resulte en un mar de nonadas o peor aún en una tragedia. ¿Qué les parece?
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