Parashat Yitro
Es posible que Parashat Yitro, Éxodo 18:1-20:23, sea uno de los pináculos de la literatura bíblica. Irónicamente esta sección semanal, la que contiene los Aseret Ha'Dibbrot (mal traducidos como los Diez Mandamientos) no lleva el nombre de Moisés sino de su suegro. En el texto su suegro, Yitro, le servía no solamente como el padre que Moises no tenía en la vida diaria sino también como su asesor leal y su especialista de eficiencia. Yitro quería a Moisés por simplemente ser, y a causa de este cariño nunca tenía miedo de meterse en la vida de su yerno. Yitro criticó duramente a su yerno y a la vez lo orientó con cariño. Hay insinuaciones escondidas en el texto que Moisés no siempre estaba contento con las críticas de Yitro, pero por fin Moisés se dio cuenta y apreció a su suegro. No obstante, Moisés percibió que Yitro lo quería y era el único que le decía las verdades que quería oír pero tenía que oír. Es muy comprensible porque Moisés, a primer paso, no estaba contento con las palabras de Yitro. La crítica más dura de Yitro contra Moisés fue que le faltaron técnicas de manejo de tiempo (time management skills). Es verdad que antes de entrar en el Sinaí, Moisés tuvo poco control sobre su tiempo. Tuvo que negociar con el Faraón, tratar de las pestes, cruzar el Mar Rojo, mantener la gente contenta y batallar y ganar a los Amalaquites, que atacaron a Israel por la espalda. La gran percepción de Yitro es que Moisés a pesar de sus logros previos todavía estaba abrumado por su trabajo. Le faltaba la privacidad y en lugar de pensar en forma global pasaba su tiempo apagando los "fuegos" diarios de la vida. En lugar de ser un gran pensador Moisés se hizo en nada más de bombero. Yitro acabó con todo esto. Funcionando como un ejército compuesto de un solo hombre, Yitro desarrolló un sistema de organización dando a los sobornos leales de Moisés los derechos de tratar de los problemas diarios sin consultar a su jefe. De este momento para adelante, el trabajo de Moisés era tratar solamente de los grandes problemas en vez de los cotidianos. Este cambio no era fácil. Parece que Moisés se preocupó por la amenazas a la individualidad. El pueblo judío acabó de salir de la esclavitud egipcia y Moisés no quería reemplazar la tiranía egipcia por la de la esclavitud jurisprudencial. Yitro enseñó a Moisés cómo crear un sistema que: (1) no dependía solamente de él, (2) empleaba el tiempo en una manera eficaz, (3) reconocía el valor de cada ser humano, (4) evitó el conflicto de papeles personales (es decir que el jefe de una persona a la vez no puede ser su amigo), y (5) encontró la manera de incorporar lo que Yitro llamó "hamtakat ha'din" (la dulzura de la jurisprudencia) en un sistema de leyes. Las críticas duras de Yitro contra su yerno produjeron el impacto necesario. El resultado era que Moisés ya estaba listo para presentar a Israel la base de su civilización (y por medio de Israel al mundo). Los Aseret Dibbrot (Los Diez Dichos o Mandamientos) son la base de nuestra civilización y a la vez nos han provocado muchos conflictos filosóficos. Los Aseret ha'Dibbrot son elegantes en su sencillez y son difíciles para realizar. Por ejemplo, ¿Qué significa 'honrar' a sus padres? ¿Cómo definimos el trabajo y qué quiere decir "dejar de trabajar en el día de sábado? Es de notar que el texto nos exige no solamente que dejemos que trabajar en este día sino que lo transformemos en un día sagrado. En hebreo "kadosh" (sagrado) está derivado de la raíz verbal K.D.Sh significando "apartar, hacer diferente." ¿Cómo hacemos sábado (shabbat) un día diferente? Lo que hace estos mandamientos difíciles es que nos demandan un equilibrio en la vida. Estos diez dichos reflejan el desafío de Yitro a Moisés. Exigen que nos preguntemos si equilibramos el trabajo con la vida, si encontramos tiempo para los otros y para nosotros mismos. ¿Hacemos un equilbrio entre la vida pública y privada? La manera que organizamos nuestro tiempo y ocio nos da una ventana a nuestra alma. Yitro dio a Moisés dos opciones: o podía pasar su vida ahogándose en los pequeños detalles de la vida y apagando los fuegos sociales o podía santificar el tiempo y crear una nación. Los Aseret Dibbrot también nos presentan las mismas opciones: podemos usar el tiempo que D'os nos da y crear o podemos desperdiciar las oportunidades que D'os nos da y por fin realizar poco en la vida. ¿Usáis vuestro tiempo sensatamente? Hay los que dicen que los Diez Mandamientos tratan del tiempo. ¿Veis la relación entre el tiempo y los Diez Mandamientos?
L'Buddurchem/Para Reír
Un viejo era muy descontento porque perdió su sombrero predilecto. En vez de comprarle un nuevo decidió ir a la sinagoga y robar un sombrero durante los rezos de la grey.
El viejo llegó a la sinagoga, pero infelizmente un acomodador lo interceptó y lo hizo sentar y escuchar una una predica sobre los Diez Mandamientos. Después del servicio el viejo vio al rabino y le daba la mano diciéndole que iba a robar un sobrero pero a causa del sermón cambió su opinión.
El rabino le dijo: ¿Se refiere al mandado "No robarás," No, le respondió el viejo al rabino, cuando escuché el mandamiento: "no cometa adulterio" yo recordé en donde dejé el sombrero viejo!
SHABAT SHALOM
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