8.1.09

Shabbat Shalom de la Primera Casa de Hillel

Esta semana concluimos nuestro estudio anual del Libro de Génesis con un análisis de su última sección semanal. Se llama VaYejí. La van a encontrar en el Libro de Génesis: 47:28-50:26. En algunas maneras, ésta paralela una parashá anterior, la de Jayei-Sara (Génesis 23;1-25:18). En Jayei-Sara (Las Vidas de Sarah) nos enteramos de su muerte y cómo Rebeca la reemplazó como la matriarca de la familia. Ahora, en VaYejí (Vivió) nos enteramos de los años finales de Jacobo, de su muerte, de su relación con sus hijos, y finalmente de la muerte de su hijo predilecto, José. Con ésta terminamos el Libro de Génesis y también nos fijamos en la conclusión de la primera parte de la historia de Israel. Génesis, entonces, es un libro que en parte, trata de la búsqueda de una familia para su relación con D'ós y con sus propios miembros. Al acabar el libro, Israel deja de ser meramente un clan y se hace en una nación.

Si hacemos una lectura superficial de la sección para esta semana nos fijaremos en que un tema de la parashá es "los fines." En la corriente vemos el fin de la vida, el transcurso de las familias patriarcas de Israel a la historia, las llamadas bendiciones de Jacobo, y con el fallecimiento de José, el fin del primer capítulo de la historia del pueblo. En un nivel más profundo, el tema central de ésta no es la muerte sino los comienzos y la vida. Por ejemplo, al leer las bendiciones de Jacobo enseguida nos damos cuenta de que no son bendiciones sino comentarios acerca del carácter de cada uno de sus hijos. Estos refranes personales sobre la calidad de vida nos obliga a preguntarnos ¿qué tienen que ver estas
bendiciones con la vida y si el uso de la raíz verbal "j-y-h" (vivir) no es una indirecta?

Para contestar esta pregunta ayuda saber que hay un principio en el estudio de la Torá que dice que cada palabra (en hebreo) existe por un propósito. Usando este principio se supone que no haya ni palabras superfluas ni frases sobrantes. Un ejemplo del uso de este principio es en el nombre de la parashá, VaYejí (Vivió). El nombre para esta sección semanal nos llega de su primera frase: VaYeji Yaacov b'Eretz Mitzayim sheva-esreh shanah/Jacobo vivió en la tierra de Egipto 17 años..."

El lector del texto hebreo quizás se pegunte por qué el texto eligió el uso de la raíz verbal
'j-y-h ' en vez de la raíz verbal más normativa "VaYigur" (él residió, moró). La raíz "g.u.r" es más precisa y cabe mejor en el contexto de la lectura para esta semana. Sin embargo, a pesar de la precisión mayor de la raíz verbal "g.u.r" la Torá escogió la raíz J-Y-H. ¿Es posible que la Torá quiera que demos menos énfasis en el lugar donde vivió Jacobo y más en la calidad y significado de su vida? ¿Al enseñarnos esta sección acerca de la muerte de Jacobo nos hace hincapié en que la vida es más que la pura existencia, que la vida es un llenazo en que cada uno de nosotros pinta su parte o da su color?

Posiblemente esto es la lección de las bendiciones de Jacobo. Otra vez, aunque en matices sutiles, vemos el tema del surgimiento desde la muerte hasta la vida. Por medio de las bendiciones de Jacobo vemos que la vida es fluida y cambiante, que a veces todos nos equivocamos y que a pesar de nuestros errores pasados debemos enfrentar la vida cada día con la esperanza y la determinación de mejorarla. En estos últimos capítulos de Génesis, la vida de Jacobo nos enseña que la vida no es ninguna ficción sino una realidad y que muchas veces nuestro destino colectivo es una unión de las decisiones individuales.

Los comentarios de Jacobo sobre la vida también actúa como un puente a la próxima fase de la vida colectiva de Israel. En el siguiente libro (El del Éxodo) aprendemos que surgió un nuevo faraón quien presentaría a los descendientes de Jacobo con su desafío mayor, pero es desde este desafío que Israel se transformaría en una nación eterna.


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Cuando te hacen preguntas:


1) ¿CÓMO PUEDE JUSTIFICAR ISRAEL LA MUERTE DE CIVILES, SI SU INTENCIÓN ES APLASTAR A HAMAS?

*La muerte de inocentes es inevitable a veces en la guerra. Lamentablemente los civiles son rehenes de los terroristas.

Está claro que Hamas es moralmente culpable de cualquier daño hecho a los rehenes israelíes, y tan también es culpable por el destino de los civiles inocentes entre quienes se esconden. Un civil que muere mientras es usado por un terrorista como un escudo humano es víctima del terrorista, no del ejército israelí.

2) ¿LA RESPUESTA DE ISRAEL NO ES UN POCO DESPROPORCIONADA?

* Si Israel estuviera tomando venganza, entonces sería desproporcionada. Pero Israel está emprendiendo una guerra defensiva. Subsecuentemente ¿cuándo es proporcionada la guerra? En ella, no se mide la contestación al enemigo por lo que han hecho en el pasado, sino por lo que se necesita hacer para detener ataques en el futuro. Las acciones de Israel son proporcionadas a la amenaza, no al daño hecho.

3)¿ISRAEL NO ENTIENDE QUE ESTá CREANDO MáS TERRORISTAS?

El enojo y la furia con Israel como resultado de los bombardeos harán que más personas quieran unirse al terrorismo.

*Los sentimientos de frustración, enojo, miedo y rabia no hacen un terrorista. Una cultura de muerte y una educación de odio lo hace. Israel debe actuar para destruir a aquellos que amenazan a sus ciudadanos.

4) USANDO VIOLENCIA, ¿ES ISRAEL MEJOR QUE SUS ENEMIGOS TERRORISTAS?

* Eso es tan ridículo como decir que una mujer que lucha contra un violador no es mejor que su atacante. Israel no tocaría a Hamas si no hubiese sido atacado. Israel busca vivir en paz con sus vecinos; Hamas y sus aliados buscan destruir Israel, no importa lo que Israel haga. Observe la bandera de Hamas. Posee un rifle alzado en el aire. La violencia es parte de su identidad. Por otro lado, el nombre del ejército israelí define su propósito: Fuerza de Defensa de Israel. En su bandera hay una rama de oliva y una espada: la paz es una prioridad, la guerra es un último recurso.

Para Hamas, la guerra es santa. Para Israel, la guerra nunca puede ser santa. La guerra puede ser necesaria, cuando sus ciudadanos son atacados; la guerra puede ser moral, cuando están amenazando las vidas de inocentes; pero incluso ahí, la guerra nunca es santa.
Hay un mundo de diferencia entre una guerra moral y una guerra santa. Un soldado moral lucha renuentemente, los guerreros santos se glorifican en la lucha. Un soldado moral dispara por obligación, los guerreros santos disfrutan el dolor infligido al enemigo. Un soldado moral lucha cuando no hay otra opción; un guerrero santo busca violencia como estilo de vida. Un soldado moral toma medidas para limitar los accidentes; un guerrero santo busca aumentarlos al máximo.

Un guerrero santo teme los tiempos de paz, porque no tendrá ningún propósito. Un soldado moral sueña con el tiempo cuando reine la paz. Entonces, la Fuerza de Defensa de Israel será redundante, como está escrito: "una nación no alzará la espada contra otra nación, y ya no aprenderán a emprender la guerra"


B'shalom u-vrachah,
In peace and blessings,

Rabbi Peter Tarlow