27.10.06

Porção semanal da TORA : Noaj

1- RESUMEN DE LA PERASHA
La Torá cuenta en esta perashá que la humanidad estaba corrompida, incurriendo en actos de violencia y adulterio. Entonces D´s decidió destruir todos los seres vivos a través del mabul, una lluvia muy fuerte. D´s dijo a Noaj y a su familia que construyera un arca de madera donde estarían ellos y una pareja de cada especie de animales a salvo del mabul. El mabul duró un año y destruyó todo el mundo. A partir de Noaj y su familia la humanidad empezó a reconstruirse. Noaj sacrificó animales para D´s y, al ver esto, Él juró no traer más un diluvio sobre el mundo, haciendo una señal en tal sentido: el arco-iris. D´s ordenó a Noaj siete preceptos, 1) No blasfemar contra D´s, 2) No matar, 3) No incurrir en idolatrías, 4) No tener relaciones ilícitas, 5) No comer partes de un animal vivo, 6) Instituir tribunales de justicia y 7) No robar, que son las siete mitzvot que todos los pueblos están obligados a cumplir.En estos tiempos la humanidad hablaba uno solo idioma: el hebreo, pero los hombres se juntaron en Babilonia y construirán una torre que llegó hasta el cielo para poder pelear contra D´s por temor a que Él mandara otro mabul. Por esto D´s mezcló el idioma de toda la humanidad y así cada pueblo fue a vivir en su tierra.
La Torá cuenta que Noaj tuvo tres hijos: Shem, Jam y Iefet, de donde se originaron todos los pueblos de la humanidad. De Shem, después de diez generaciones, nació Abram, que sería el futuro padre del pueblo judío.Abram se casó con Sarai, quien era infértil y no tenía hijos. La Torá cuenta que Teraj, el padre de Abram, salió de su ciudad, Ur Kasdim, con sus hijos y nueras, y fue a vivir en Jarán, donde fallecería un poco más tarde.

2- SABER Y SENTIR
"Y vino Noaj y sus hijos y su esposa y las esposas de sus hijos por temor de las aguas del diluvio" (Bereshit 7:7)
El comentarista Rashí, explica que también Noaj era de los que tenían poca fe. Creía y no creía que el mabul (diluvio) sobrevendría, y solamente entró en el arca cuando las aguas lo empujaron. Es obvio que Noaj, al ser definido como Tzadik e íntegro por la propia Torá, creía en lo que D´s le había dicho personalmente sobre que mandaría un mabul. Entonces ¿que quieren nuestros sabios enseñarnos al decir que también Noaj era un hombre de poca fe?El Rab Iaakob Kanievski z"l explica que hay dos niveles de fe. Seguramente Noach sabía que el diluvio llegaría, pero esto era como una información en su pensamiento, tal como cualquier otra. El no sentía realmente que en cualquier instante la lluvia destruiría el mundo.Si un rey decretara que en el día tal atacaría una ciudad y mataría a todos sus habitantes, seguramente ellos, por miedo a la muerte, no esperarían hasta último momento para escapar.Esto es lo que pasó con Noaj. Sabía que el diluvio iba a venir pero no lo tenía presente en su corazón como algo real y vivo. En los tiempos del Talmud, Rabi Iojanán Ben Zakai, el líder del pueblo, llamó a sus alumnos antes de fallecer. Sus alumnos le dijeron: "Bendíganos Rab antes de que nos deje". Entonces él les dijo: "Que ustedes teman a D´s tal como temen a los hombres". Los alumnos, sorprendidos, preguntaron: "¿Eso y no más?". El sabio les explicó: "Ojalá que así sea. Sepan que el hombre comete pecados a escondidas y en su corazón se dice: `Espero que nadie me vea`".
Aunque los alumnos de Rabi Iojanán eran grandes eruditos y sabían hasta qué grado uno está obligado a temer al Rey de Reyes, el Rab les enseñó que, en la práctica, uno está lejos de pasar este conocimiento a su corazón y de realmente sentir que está delante del Creador del mundo y por eso, al transgredir, el conocimiento de que D´s existe no le ayuda a no pecar, toda vez que no Lo siente. Por otro lado, la vergüenza de que sus compañeros se enteren del acto feo que cometió lo ayudará mucho más a no pecar puesto que a sus compañeros los ve y los siente.
La Torá quiere que nosotros hagamos las mitzvot con sentimiento y con emoción, porque D´s quiere los corazones nuestros y no solamente el conocimiento lógico. Es por eso que tenemos una mitzvá de acordarnos de la salida de Egipto todos los días de nuestras vidas, para tener este acontecimiento importantísimo enraizado fuertemente en nuestros sentimientos y así servir a el Creador con amor y temor verdadero.
Esto es lo que Moshé Rabenu (nuestro maestro) nos enseñó al decir: "Y sabrás hoy y lo llevarás a tu corazón que el Eterno es el [único] D´s en los cielos y la tierra; no hay ningún otro."(Debarim 4:39). No basta con saber, hay que sentir.
Que D´s nos ayude a abrir nuestros corazones para servirlo con amor y tengamos el merito de recibir al Mashíaj en nuestros días, amén.