4.9.06

RESPUESTA AL MITO...


Tiberias e o
lago da Galileia










RESPUESTA AL MITO:
"LOS JUDÍOS NO TIENEN DERECHO A LA TIERRA DE ISRAEL"

Un error común es creer que todos los judíos fueron empujados a la Diáspora por los romanos, después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén en el año 70 de la E.C., y luego, 1,800 años después, regresaron súbitamente a Palestina exigiendo que les devolvieran su país.

En realidad, el pueblo judío ha conservado nexos con su patria histórica por más de 3.700 años.El pueblo judío funda su derecho a la tierra de Israel en al menos cuatro premisas:
1) el pueblo judío colonizó y desarrolló la tierra,
2) la comunidad internacional le concedió al pueblo judío soberanía política en Palestina,
3) el territorio fue tomado en guerras defensivas y
4) Dios prometió la tierra al patriarca Abraham.

Aun después de la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén y del comienzo del exilio, la vida judía en la tierra de Israel prosiguió y, con frecuencia, prosperó. Para el siglo IX se habían restablecido grandes comunidades en Jerusalén y Tiberias. En el siglo XI, había comunidades judías en Rafa, Gaza, Ascalón, Jafa y Cesarea.

Los cruzados masacraron a muchos judíos durante el siglo XII, pero la comunidad se repuso en los próximos dos siglos en la medida en que gran número de rabinos y peregrinos judíos inmigraron a Jerusalén y Galilea. Prominentes rabinos establecieron comunidades en Safed, Jerusalén y en otros lugares durante los próximos 300 años. A principios del siglo XIX —años antes del nacimiento del moderno movimiento sionista— más de 10.000 judíos vivíanen el territorio del actual Israel.2
Los 78 años que duró levantar la nación, a partir de 1870, culminaron en el restablecimiento del Estado judío.
El «certificado de nacimiento» internacional de Israel estaba validado por la estadidad judía en la tierra de Israel en los tiempos bíblicos, la ininterrumpida presencia judía a partir de la época de Josué; la Declaración de Balfour de 1917; el mandato de la Liga de las Naciones, que incorporó la Declaración de Balfour; la admisión de Israel en las NU en 1949; el reconocimiento de Israel por la mayoría de otros estados y, sobre todo, la sociedad creada por el pueblo de Israel en décadas de próspera y dinámica existencia nacional.
«Nadie le presta a Israel ningún servicio por proclamar su “derecho a existir”. El derecho de Israel a existir, al igual que el de los Estados Unidos, Arabia Saudita y otros 152 estados, es axiomático e incondicional. La legitimidad de Israel no está suspendida en el aire a la espera de un reconocimiento… No hay ciertamente ningún otro Estado, grande o pequeño, joven o viejo, que consideraría el mero reconocimiento de su “derecho a existir” un favor, o una concesión negociable».
—Abba Eban1

RESPUESTA AL MITO:
"Palestina siempre fue un país árabe"

El término «Palestina» se cree que se deriva de los filisteos (o pilistinos), un pueblo del Egeo que, en el siglo XII A.E.C., se estableció a lo largo de la planicie costera mediterránea de lo que ahora es Israel y la Franja de Gaza. En el siglo II de la E.C., luego de aplastar la última revuelta judía, los romanos le aplicaron por primera vez el nombre de Palestina a Judea (la porción sur de lo que ahora se llama Cisjordania), en un intento de disminuir la identificación judía con la tierra de Israel. La palabra árabe «filastin» se deriva de este nombre latino.3
Los hebreos entraron en la tierra de Israel alrededor del 1300 A.E.C., y vivieron bajo una confederación tribal hasta que se unieron bajo el primer monarca, el rey Saúl. El segundo rey, David, estableció Jerusalén como capital alrededor del año 1000 A.E.C., y el hijo de David, Salomón, construyó el templo poco después y consolidó las funciones militares, administrativas y religiosas del reino. La nación se dividió durante el reinado del hijo de Salomón, en el reino del norte (Israel), que duró hasta el 722 A.E.C., cuando los asirios lo destruyeron, y el reino del sur (Judá), que sobrevivió hasta la conquista babilónica en el 586 A.E.C. El pueblo judío disfrutó posteriormente de breves períodos de soberanía, antes de que la mayoría de los judíos fueran finalmente expulsados de su patria en el 135 E.C.
La independencia judía en la tierra de Israel duró más de 400 años. Éste es un período mucho mayor del que los norteamericanos han disfrutado de independencia en lo que se conoce como Estados Unidos.4
En efecto, si no hubiera sido por los conquistadores extranjeros, Israel tendría 3.000 años de existencia hoy día. La Palestina nunca fue un país exclusivamente árabe, aunque el árabe se fue convirtiendo gradualmente en el idioma de la mayor parte de la población, luego de las invasiones musulmanas del siglo VII. Ningún estado árabe o palestino independiente existió jamás en Palestina. Cuando el distinguido historiador arabenorteamericano, el profesor de la Universidad de Princeton Philip Hitti, testificó contra la partición ante el Comité Anglo-Americano en 1946, dijo: «no hay tal cosa como “Palestina” en la historia, absolutamente no».5
Antes de la partición, los árabes palestinos no se veían a sí mismos como poseedores de una identidad separada. Cuando el Primer Congreso de Asociaciones Musulmano-Cristianas se reunió en Jerusalén en 1919 para elegir representantes de Palestina a la Conferencia de Paz de París, se adoptó la siguiente resolución:
Consideramos Palestina como parte de la Siria árabe, ya que nunca se ha separado de ella en ninguna época. Estamos conectados con ella por vínculos nacionales, religiosos, lingüísticos, naturales, económicos y geográficos.6
En 1937, un líder árabe local, Auni Bey Abdul-Hadi, le dijo a la Comisión
Peel, la que finalmente recomendó la partición de Palestina: «¡no existe tal país [como Palestina]! ¡“Palestina” es un término que inventaron los sionistas!
No hay ninguna Palestina en la Biblia. Nuestro país fue durante siglos parte de Siria».7
El representante del Supremo Comité Árabe ante las Naciones Unidas presentó una declaración a la Asamblea General en mayo de 1947 que decía que «Palestina era parte de la Provincia de Siria» y que «políticamente, los árabes de Palestina nunca fueron independientes en el sentido de formar una entidad política separada». Pocos años después, Ahmed el-Shuqeiri, más tarde presidente de la OLP, dijo en el Consejo de Seguridad: «es de general conocimiento que Palestina no es nada más que el sur de Siria».8
El nacionalismo árabe palestino es en gran medida un fenómeno posterior a la primera guerra mundial que no se convirtió en un movimiento
político importante hasta después de la Guerra de los Seis Días en 1967 y de que Israel tomara Cisjordania.
Palestina nunca fue un país exclusivamente árabe, aunque el árabe se fue convirtiendo gradualmente en el idioma de la mayor parte de la población, luego de las invasiones musulmanas del siglo VII. Ningún estado árabe o palestino independiente existió jamás en Palestina. Cuando el distinguido historiador arabenorteamericano, el profesor de la Universidad de Princeton Philip Hitti, testificó contra la partición ante el Comité Anglo-Americano en 1946, dijo: «no hay tal cosa como “Palestina” en la historia, absolutamente no».

Notas:
3) Yehoshua Porath, The Emergence of Palestinian-Arab National Movement, 1918-1929, (Londres: Frank Cass, 1974), p.4.
4) Max Dimont, Jews, God and History, (NY: Signet, 1962), pp. 49-53.
5) Antes de la partición, los árabes palestinos no se veían a sí mismos como poseedores de una identidad separada. Cuando el Primer Congreso de Asociaciones Musulmano-Cristianas se reunió en Jerusalén en 1919 para elegir representantes de Palestina a la Conferencia de Paz de París, se adoptó la siguiente resolución: Consideramos Palestina como parte de la Siria árabe, ya que nunca se ha separado de ella en ninguna época. Estamos conectados con ella por vínculos nacionales, religiosos, lingüísticos, naturales, económicos y geográficos
.6) En 1937, un líder árabe local, Auni Bey Abdul-Hadi, le dijo a la Comisión Peel, la que finalmente recomendó la partición de Palestina: «¡no existe tal país [como Palestina]! ¡“Palestina” es un término que inventaron los sionistas! No hay ninguna Palestina en la Biblia. Nuestro país fue durante siglos parte de Siria».
7) El representante del Supremo Comité Árabe ante las Naciones Unidas presentó una declaración a la Asamblea General en mayo de 1947 que decía que «Palestina era parte de la Provincia de Siria» y que «políticamente, los árabes de Palestina nunca fueron independientes en el sentido de formar una entidad política separada». Pocos años después, Ahmed el-Shuqeiri, más tarde presidente de la OLP, dijo en el Consejo de Seguridad: «es de general conocimiento que Palestina no es nada más que el sur de Siria».
8) El nacionalismo árabe palestino es en gran medida un fenómeno posterior a la primera guerra mundial que no se convirtió en un movimiento político importante hasta después de la Guerra de los Seis Días en 1967 y de que Israel tomara Cisjordania.