4.8.06

Perashá de la semana: Vaetjanán

(Quinto libro de la Torá: Debarim/Deuteronomio 3:23 a 7:11)


1- RESUMEN DE LAS PERASHA
Moisés reza a D´s para que le sea permitido entrar en la Tierra de Israel en donde podrá cumplir con más preceptos, pero su pedido no es aceptado. Sólo se le permite ver la tierra desde la cumbre del monte Pisgá, pidiéndole D"s que fortalezca a Iehoshúa, su sucesor, el cual conducirá al pueblo hacia Eretz Israel. Moisés insta al pueblo a no olvidar los preceptos escuchados de la propia Voz de D"s a través de Su extraordinaria Revelación en el monte Sinai, en donde Él habló ante TODA la nación y no ante algunos individuos. Predice que los hijos de Israel luego de vivir en Eretz Israel, incurrirán en pecados que causarán su exilio y dispersión por el mundo, siendo minoría entre las naciones, pero eventualmente retornarán y serán perdonados por D"s. Moisés designa tres ciudades al este del río Jordán, para que sirvan de refugio a aquellos que maten a alguien involuntariamente.
Luego repite los Diez Mandamientos y enseña el Shemá Israel, oración central del Judaísmo, la cual proclama la unicidad de D"s, a Quien se debe amar por encima de todo y cumplir con Sus preceptos. Como recordatorio de Sus leyes, se colocarán tefilín (filacterias) en la mano y en la cabeza, y mezuzot en las jambas de las puertas conteniendo los versículos del Shemá. Moisés advierte al pueblo de no sucumbir ante el señuelo del materialismo una vez que habite la tierra de Israel y los exhorta a no casarse fuera de su fe, pues los matrimonios mixtos los harán abandonar a D"s. Deberá ser un pueblo santo tal como Di-s es santo, Quien demostró Su amor a Israel al liberarlo de la esclavitud en Egipto.


2- FRÁGIL, TRATAR CON PLEGARIA
La perashá Vaetjanán nos enseña acerca de la importancia de la tefilá, el rezo. La palabra "vaetjanán" -y yo recé-, tiene el mismo valor numérico que tefilá: 515 (calculando según el valor que se le asigna a cada letra hebrea). Esto también alude a las 515 veces que Moshé rezó a Hashem para que le fuera permitido ingresar a la tierra de Israel.
Como judíos, nos damos cuenta de que la plegaria no es meramente una obligación sino también una oportunidad de conectar nuestros corazones y almas a Hashem del modo más profundo y personal. La tefilá es llamada "servicio del corazón" y no "servicio de los labios". Aunque debemos pronunciar palabras mientras rezamos, es nuestra intención y deliberado apego a Hashem cuando rezamos lo que transforma nuestras oraciones, de algo rutinario y mecánico a algo espiritual y significativo.
En un fuerte sentido, es nuestra capacidad de trascender nuestro entorno material y "dar un paso fuera de nosotros mismos" a través de la plegaria lo que distingue al Hombre de otras especies en su calidad de "medaber", alguien que tiene la habilidad de articular sus pensamientos.
El Rabino Pinjas Haleví Horowitz, un gigante de la Torá del siglo 18, explica el versículo con que se inicia esta porción semanal: "Y yo recé a Hashem en ese momento diciendo", como sigue: "Yo recé a Hashem en ese momento para que me concediera la capacidad de expresarme a mí mismo hacia Él a través de la plegaria".
Esta idea está también expresada en la introducción al Shemone Esré, nuestro rezo diario fundamental, en las palabras: "Hashem sefatai tiftaj -Hashem abre mis labios- y mi boca pronunciará Tus alabanzas". Antes de expresar nuestra gratitud a Hashem por Su bondad hacia nosotros y antes de implorarle por nuestras necesidades, primero Le solicitamos que Él abra nuestros labios y haga posible la plegaria.
La tradicional respuesta a "Lejaim" -por la vida- es "Lejaim velibrajá -por la vida y por la bendición". Sin embargo, también puede ser interpretado como "Lejaim velebrajá -por la vida y por un corazón suave y sensible". Que todos merezcamos la bendición de un corazón sensible para apreciar el valor de las plegarias que pronunciamos y de las oportunidades que el rezar nos brinda.

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